Victor Castillo, Infiltrado de Primavera.
Cercano al surrealismo Pop y al low-brow, Victor Castillo consigue que nos cuestionemos, a través de su trabajo, nuestra propia existencia y la del entorno que nos rodea. Siempre con una sonrisa grotesca en los rostros de sus maquiavélicos personajes, cómplices de que algo va a pasar. Porque Victor Castillo parece haber hurgado en los cuentos de la infancia, extrayendo de ellos sus protagonistas, para trasladarlos a entornos de pesadillas y agonía. Escenas donde iconos y simbología bélica, religiosa y cultural se fusionan con entornos que algún día fueron apacibles, pero que se han tornado en tenebrosos y a veces en apocalípticos.
A través de sus pinturas ha conseguido un lenguaje visual que juega con las sensaciones de extrañeza, risa y reflexión. Actualmente, el artista chileno (Santiago, 1973) reside en Los Ángeles, California. Su trabajo ha sido expuesto en espacios como la antigua Iguapop Gallery de Barcelona, donde comenzó su proyección internacional, y posteriormente en exposiciones individuales y colectivas a través de galerías y museos de todo el mundo.
“ pienso que detrás de los cuentos infantiles con todos sus iconos y simbolismos, al igual que detrás de los programas de la TV o de la publicidad en general, se esconden segundas y terceras intenciones, manipulación y adoctrinamiento”