Jason Molina, canciones y raíces de magnolia

Hace unos meses leí en una web musical un titular desconcertante, al menos para mí : «Jason Molina pide ayuda a sus fans para recuperarse». Adentrándome en la noticia se conocían los detalles del comunicado dados por el sello del inspirado e inspirador músico americano, haciendo hincapié  en la situación de desamparo que sufría al no tener seguro médico, y es que lo agotó en sus intentos de rehabilitación con diversas terapias  que minaron su economía.

De Jason Molina empecé a saber hace algunos años, imprecisos, cuando le descubrí salseando en la red. Recuerdo borroso en el tiempo y en el contenido exacto, pero no en la sensación de cierta incredulidad por no haber sabido de él hasta ese momento.  Y ante todo el recuerdo de su voz, esa voz que no rompía pero quebraba, que trascendía sin pretender y que dibujaba con lápiz de punta muy fina una tristeza encajada, asumida, casi nada dramática.

Jason Molina procede de Ohio, de un lugar con nombres tan irónicamente femeninos como Lorain y Elyria,a orillas del lago Erie, donde si miras al frente encontrarás la apocalíptica y desestructurada Detroit y donde si te das la vuelta se siguen divisando granjas y campos de cultivo que sólo se pueden medir en acres. Un lugar que huele a caucho, a suflé de industrialización ligeramente quemado y ya en bajada, nada pomposa. Completó su infancia en West Virginia, añadiendo a su andadura brotes de raíces, imágenes roídas por el paso del tiempo y ecos de violines tocados en porches, (así lo recuerda él mismo)… De esa simbiosis bipolar se desprende el tono de su influencia musical. Se podría decir sin posibilidad de equivocación que su catálogo y recorrido inspirador es basicamente blues y folk personalista y tintado de melodías y argumentos tan americanos como el rock. Su obra musical hasta la fecha se distribuye en dos grandes bloques que se han puenteado sin solución de continuidad.

El primero de ellos fue el proyecto «Songs : Ohia», creando un juego de palabras con su estado natal, con el que alumbró ocho trabajos en escasamente seis años, dando muestra de su constante, cuando no frenética, actividad compositiva. En ese catálogo abundan paisajes ligeramente desolados, tristezas cuasiasumidas, remanentes austeros y profundamente bellos de nostalgia, pozos con fondo y lugares frecuentados cada noche por sueños de dulzura y regusto a alcohol que no reaviva. Sus dos primeros trabajos “s/t” y “Hecla and Griper” son dos muestras perfectas de esos esquejes de austera emoción, haciendo gala de un mimético menos es más; todo engalanado con una guitarra tan poco virtuosista como virtualmente emotiva y pintora de trazos corporales.

Pero me dejo su rasgo más reseñable, su auténtico mérito y finalidad, su depurativa voz de una frescura casi definitiva, como un arroyo orgulloso que no necesita ser río, que con ser ligero y remansado ya dicta lecciones de carisma. En estos trabajos los pasajes luminosos escasean como perseguidos  y son cimientos la pausa del contador de historias, que al contarlas las sufre pero con distancia, con tiempo de silencio y asunción. El título del último trabajo de Songs : Ohia sirve de nombre para el siguiente proyecto de Jason Molina, (Magnolia electric co.); es un lagarto musical  que muda su piel sólo en su capa más superficial.

En 2003 presentó en sociedad la nueva piel con un disco en directo grabado en Bruselas «Trials and errors»; muestra de como a partir de ahí aumentará la vestimenta de sus canciones y el vigor dejará muy de vez en cuando lugar a cierta dosis de intensidad arropando las canciones con banda;pero los materiales siguen impasibles y esas nuevas descargas de profundidad se seguirán conjugando en el tiempo con historias de desazón. Magnolia electric co. sigue desmenuzando la tristeza irremediable del emigrante, con disidencia rural reconvertida en angustia urbana; pero ahora el protagonista parece no estar tan sólo, comparte sus motivos y no racanea a la hora de airear su pesar. AMERICA. En estos  años no ha bajado el ritmo de producción de Jason, de 2003 intercalado con discos en solitario y colaboraciones con músicos del calado de Will Johnson (Centro-Matic, South San Gabriel). Ya sólo me queda volver a saber de Jason Molina con motivo de un nuevo trabajo y saber que ha dejado de ser protagonista de sus propias ficciones./

by Igor Dylaudid.

http://content.magnoliaelectricco.com/