Funky Candy. Sabia Nueva. Un proyecto con Iñigo Sesma…
Dos ingenieros y un abogado que decidieron saltarse la norma establecida. En vez de “trabajar de lo suyo”, hicieron lo que quisieron. Lo que quisieron de verdad. Hicieron Funky Candy. Un viejo sueño convertido en realidad. Son los fundadores, Mikel, Miguel y Julen. Relatos de un proyecto personal. Sabia nueva, origen donostiarra con aroma de Barcelona.
Cómo surge la llama para que tres tíos que no venís del diseño textil, os embarquéis en el proyecto Funky Candy…
Todo esto empezó mucho antes de terminar nuestras carreras universitarias. Personalmente, a mí siempre me ha interesado mucho el tema de dibujar, la ropa, y creo que a Miguel también. Siempre nos ha venido muy de las entrañas. Teníamos una espina clavada con algo que empezó siendo una idea que no podía llegar a ninguna parte, con todas las barreras económicas y de tiempo que tenía. Y decidimos tirarnos a la piscina. Como el que empieza cualquier cosa. Y a eso nos pusimos.
Los tres venimos de mundos diferentes, pero al final todo tiene su conexión. Nuestros estudios nos han permitido fomentar la creatividad en otros aspectos, lo que ha hecho que apliquemos la creatividad a nuestro rollo. Lo que hemos aprendido en nuestros respectivos estudios ha sido el valorar las ideas, y lo hemos aplicado a la ropa, como se puede aplicar a cualquier cosa.
¿Por qué Funky Candy?
Surgió de un brain storm, muchísimas ideas. Queríamos algo pegadizo, que no costara decirlo. Fácil de recordar. No tiene un significado concreto, teníamos claro que Candy tenía que aparecer por algún lado. Y al tema tipográfico le venía muy bien, letras chulas a la hora de dibujarlas.
Las prendas os vuelan. ¿Positivo?
La verdad es que hemos visto un cambio importante en esta última colección que hemos presentado. Ha sido un poco locura. A nosotros nos mola hacer pequeñas tiradas de muchos diseños diferentes, más que nada hacemos poco y si gusta, se pide más. La idea es ofrecer una buena variedad de diseños, cada uno en forma limitada para ofrecer una imagen abierta de la marca Funky Candy.
A parte de Donosti, estais en otras ciudades…
Sí, estamos en Bilbao, estamos en Barcelona, y tenemos idea de expandirnos, pero por ahora existe la limitación del stock con el que contamos. Queremos tratar bien a los espacios en los que estamos y confían en nosotros, como Three Elements o en Barcelona, concretamente en Bodo Barcelona, que se vende de lujo. Una tienda con un skatepark dentro, una barbaridad. Queremos poder abastecer bien a las tiendas con las que trabajamos actualmente y no andar pelados. Vamos poco a poco, hay idea de movernos, pero paso a paso. Online también se mueve el tema, con buenos pedidos desde Santander, Pamplona, Barna, Finlandia o Argentina internet es una buena herramienta para darnos a conocer. El gran futuro está ahí.
Prendas unisex… ¿Estáis pensando hacer alguna colección sólo para féminas?
Vendemos ropa unisex que visten chicas y chicos. Sí es verdad que queremos hacer algo para ellas.
Que a una tía le quede bien un jersey unisex, que puede llevar también un tío es un puntazo…
Sí, eso mola mucho, y ellas lo saben. Pero tenemos una espinita clavada y este verano vamos a hacer algo muy guapo, con un patrón bonito, algo especial. No sólo serigrafía sino meternos en confección real. Funky Candy 100%.
Os movéis entre el rollo ilustración y tatuaje, Old School. Es vuestro signo de indentidad…
Esa es la idea inicial con lo que comenzamos, siempre nos ha molado el mundo del tatuaje, y ahí está la influencia, en las primeras colecciones. En esta tercera colección hemos evolucionado mucho, hemos crecido los tres de manera artística. Ahora si le estamos dando una vuelta a que no sólo sea old-school, la esencia está ahí pero ha existido una buena evolución. No tan relacionado con el tatuaje sino ilustración más arraigada. No queremos estancarnos. La idea inicial era que nunca íbamos a hacer una sudadera de logotipo. Queríamos aportar algo diferente, que la gente nos reconozca por el estilo de diseño que tenemos. Algunos de los grandes referentes de esto juegan con un logo cambiante, que varía de diseño a diseño, algo que nosotros creo que hemos adoptado también.
Tenéis un proyecto con algún artista entre manos…
Tenemos mucha ilusión con un proyecto que hemos empezado con Iñigo Sesma. No podemos contar demasiado, pero el tema se va a tratar de una edición limitada que lanzaremos con él. La idea del proyecto que teníamos se basaba en una tela de metraje limitado que compramos en Barcelona, trabajarla en dos vertientes; la suya a la hora de hacer cuadros, y la nuestra a la hora de hacer ropa. Sesma va a utilizarla como lienzo, y nosotros la usamos para hacer nuestras prendas. Haremos un showroom de presentación. Con Iñigo Sesma se trabaja de lujo, tiene un talentazo y es muy sencillo porque te da muchísimas facilidades. Hemos visto un par de bocetos que ha realizado para este proyecto y se te cae la baba, Sesma 100%. Un máquina. Es parte de nuestra idea de futuro, mantener nuestra esencia en las colecciones, y hacer proyectos con ilustradores que nos molen.
Funky Candy e Iñigo Sesma, buena pinta.