Dorotea Von Toto. La artistas detrás de la artista.

Dorotea Von Toto es una artista islandesa que reside en Mogor, Pontevedra. ivermectin super Como los dioses escandinavos, procede de una localidad ubicada entre las montañas y los lagos de la geografía más alejada del ruido centroeuropeo y que casi acaricia los mares que bañan el polo norte: Njarðvík. Dorotea Von Toto es la figura tras la que se esconde una personalidad artística. Dorotea adquiere este nombre en honor a Doty, protagonista del clásico «El Mago de Oz». dog mites ivermectin

A través del lenguaje plástico del collage, Dorotea Von Toto expresa su necesidad de faltar al orden y a la armonía. ivermectin 3mg Sus composiciones pictóricas mezclan lenguajes fotográficos con sus características formas de colores planos predominantemente flúor. Gran admiradora de artistas como Matisse, no duda un instante en subvertir todas las reglas de composiciones espaciales, perspectivas y dimensiones.

» Defensora del apropiacionismo, soy una ladrona de imágenes que son la base para mi delirio imaginativo. La inocencia y la puerilidad son los mundos en los que me gusta moverme, poblados de seres inexistentes pero que en parte conservan sus raíces humanas. Es difícil despejar la incógnita de si son humanos mutados, ciborgs o sencillamente seres venidos de otros mundos, pero son mi mundo «

En su momento su trabajo nos llamó la atención y es ahora cuando ha surgido la posibilidad de recibir a Dorotea Von Toto en nuestra galería, a ella, a la personalidad anónima que cohabita con ella y por supuesto, a su trabajo. Sus collages estarán en Arteuparte a partir de mediados de julio.

» Abro los ojos a la fantasía.
Cuando mi parte infantil puebla mis imágenes no puedo evitar sentir cariño y rechazo a la vez por esos niños juguetones y en ocasiones malvados, que aparentemente juegan pero en las más de las veces se conjuran para dañar a otros. Es la perversidad de la infancia. «

Le preguntamos, en esta conversación que tenemos a través de una pantalla de ordenador, dado que ocupa y conoce ambos lugares, sobre los artistas emergentes respecto a los consagrados en este panorama actual del mundo del arte y su industria:

» Ser emergente es como prácticamente no ser nada. Bueno, sí que le somos útiles a muchos: esos que quieren poner un artista en su mesa, los que no saben un pijo y te pagan cervezas embelesados, los que son creyentes les enseñes lo que les enseñes, los que quieren sentirse un gran coleccionista y tener un obrón carísimo en su casa y al no tener dinero para tenerlo, se van a uno de esos que llaman emergentes…

En fin, somos baratos y nos pueden sacar todo ya que somos fáciles por la vida difícil que llevamos. Además, digo yo, quién en su sano juicio, que tenga que operarse, p. ej. de corazón o cataratas va a recurrir a un cirujano emergente? Si puedes permitírtelo te vas al más experimentado y caro.

Esa experiencia, por lógica aplastante, un emergente por su falta de conocimiento real del mercado y todo lo que ya sabemos de este mundillo, nunca te lo podrá ofrecer…

Total que, en el fondo y resumiendo, un emergente es un mindundi joven (lo mismo que un mindudi adulto, hasta ahí igual) que se dejan hacer, él y su obra, lo que haga falta para poner una línea más en el curriculum.

Pero yo soy una señorita. Y no quiero dejar de nombrar a la subespecie que convive con nosotr@s los emergent@s en este universo paralelo al real: seres útopicos, jóvenes también y emergentes en lo suyo (el mercado del arte en forma de galería) que con su lucha intentan hacernos un lugar y de paso el suyo propio. Yo soy muy de emergentes, pero es porque tengo emergencias, urgencias y necesidades. Una buena política que nos apoye estaría bien, pero mientras existan los artistas consagrados y los comisarios que tienen su lista propia de artistas a los que colocan a discreción, aquí no nos comemos un carallo (pues aparte de islandesa, soy gallega también…).