De Donosti a Malasia, hay un paso
No huye, porque es fácil y estas alturas demasiado tópico decir: “Me voy a Londres a buscarme la vida y conocerme a mi mismo”. Cuando tendrían que decir: Me voy a Londres porque mola mucho decir que vivo en Londres, aunque tenga que fregar platos, dormir en una ratonera (cosa que nunca haría en su país)… porque es carísimo vivir ahí y las oportunidades a nivel laboral de lo que uno ha estudiado son escasas y eso, lo sabemos todos.
De Donosti de toda la vida, chica bien y de buena formación. Acaba una carrera fuera de nuestra ciudad, hace prácticas, encuentra curro, se le acaba el contrato, vuelve a casa, busca un curro en un sector que le interesa, no lo encuentra, decide especializarse y estudiar más, el curso no es lo que esperaba, vuelve a casa… La historia nos suena, ¿no? Y así podría haber seguido, de no ser por la oportunidad que se le presentó para hacer unas prácticas a través de una oferta en la plataforma de empleo de la que fue su universidad. Destino: Kuala Lumpur, para ubicarse, Malasia, para reubicaros, Asia.
“No escapo de la vida, sino que quiero que la vida no se me escape”
Hai van pass road, Lang Co, Vietnam
Ella tiene claro que le encantaría vivir en San Sebastián, por la calidad de vida, los amigos, la costa…, pero es consciente del panorama laboral que nos han regalado y que como generación nos toca tragar y superar. Las empresas buscan mucho curro y pocas nueces y en su caso, como en la mayoría, becarios (que hacen el trabajo de un Junior pero cobrando una miseria) o personas Senior (con 3-5 años de experiencia laboral), por lo que no hay cabida para los demás. Ella se está especializando allí, mientras recorre un continente maravilloso que igual no podrá volver a disfrutarlo. Hablamos con ella a 10.864,11 km de distancia.
¿ Te costó tomar la decisión? ¿Qué te impulsó a ir?
Toda decisión esta influenciada por las circunstancias de cada persona en cada momento y, a mí personalmente, se me presentó la oportunidad en el momento perfecto. Tras un par de entrevistas y decidir que era una buena oportunidad, en dos semanas estaba volando a Malasia, país poco conocido aparte de por sus famosas torres Petronas y que poca gente sabe localizar en el mapa del mundo. Vista atrás, jamás hubiese pensado que acabaría viviendo en Malasia.
¿ Te costó integrarte?
La integración tanto en Kuala Lumpur como en la start up fue rápida y divertida ya que mi empresa tiene alrededor de 70 personas de 20 nacionalidades y de edad media 24 años. Además, a través de un grupo de Facebook de la empresa, pude encontrar antes de llegar a KL un piso compartido con futuros compañeros de trabajo, por lo que la llegada fue muy fácil. Trabajar en un ambiente internacional te enseña a lidiar con gente culturalmente muy diversa, a veces poniendo a prueba tu paciencia, pero enriqueciéndote día a día.
Asia es continente de contrastes. Riqueza y pobreza conviven juntas y apenas les separan unos kilómetros. Continente de paisajes naturales sorprendentes y ciudades modernas con skylines fascinantes. Continente diverso en cultura, religión, raza y política.
Malasia, en concreto, es un país muy rico culturalmente hablando, ya que junto con los aborígenes malayos (50%) viven chinos (23%), indios (7%) y expats en total armonía. Esto se reduce en una gran variedad de comida en la mayoría de restaurantes, templos de todas religiones, y gente de muchas razas distintas. Cada comunidad profesa su propia fe y tiene sus propios templos, por lo que es habitual encontrar en una misma calle una mezquita, un templo hindú y otro chino.
Hablamos de un país de un sistema monárquico (consitucional rotatorio) con 27 millones de habitantes, que está dividido en dos regiones: Malasia peninsular y Malasia Oriental, que es parte de la isla de Borneo (sí la de la canción Groenlandia, de Los Zombies). Las Torres Petronas (noveno edificio más alto del mundo), símbolo de avance y país en progreso, cuenta con 452 metros de altura y son reflejo de nivel arquitectónico, de poder y de desarrollo de la capital de Malasia, Kuala Lumpur.
Torres Petronas en Kuala Lumpur
Marina Bay (Singapore)
Plantaciones de té en Cameron Highlands (Malaysia)
Ciudad Imperial, The Citadel (Hué, Vietnam)
¿Es caro vivir ahí? ¿Son mejores tus condiciones de lo que te esperaría en casa?
La comida internacional es cara, intentan timarte al ser blanco donde el precio no esta fijado o te cobran tarifas mas altas que a los locales, así que te pasas el día negociando y regateando, sobre todo a los taxistas. Al viajar hay que informarse o preguntar a gente local sobre precios (taxis, comida, tickets), para tener una referencia.
El tráfico en las grandes ciudades puede llegar a ser insoportable y muchas calles reinan por su suciedad y mal olor.El transporte público en ciudades pequeñas es entretenido e interesante pero en las grandes ciudades en general es escaso y no muy seguro (siempre teniendo como excepción Singapore, ciudad impoluta, organizada y con un sistema de metro increíble).
Aunque los salarios en general sean más bajos (a no ser que tengas un buen contrato de expatriado, en ese caso eres el “rey”), el poder adquisitivo que tienes en Asia es un poco mayor y con lo mismo que te cuesta comprar un pantalón en Zara y salir de fiesta, puedes hacerte una escapada de fin de semana a una isla paradisiaca.
Cuando le preguntamos si sale de fiesta o cuánto cuesta tomarse una cerveza, dice que es desproporcionadamente cara debido a los altos impuestos (algunas islas son duty-free). ¿Es fácil salir de la rutina y hacer alguna escapada o cuesta dinero llegar a esas zonas?
Sí, sí, desde luego que es fácil, además, puedes viajar en los puentes a países muy interesantes de forma muy barata gracias a la aerolínea low cost Air Asia. Asia está lleno de hostales por menos de 10€ la noche que están genial y donde conoces gente muy interesante con la que en otro contexto no llegarías a entablar una conversación.
Hace poco me animé a hacer un viajecito sola y recorrí gran parte de Vietnam, país maravilloso y muy recomendable para lanzarte a viajar sin compañía. Cabe decir que hay tanta gente joven viajando y finalmente acabas más acompañado de lo esperado y conociendo gente encantadora allá donde vas.
Otra decisión que le impulsa a quedarse en Asia es su pasión por viajar y recorrer en su estancia allí todos los rinconcitos del continente asiático que estén a su alcance. En 6 meses ya ha podido visitar Singapore, Camboya (Siem Reap), Malasia (Melaca, Kuala Lumpur, Taman Negara, Camaroon Highlands, y las islas Kapas, Langkawi, Perhentians y Redang) y Vietnam (Ho Chi Minh City, Hoi an, Da nang, Lang Co, Hanoi, Halong Bay). Ahí es nada, y aún le queda. Ese es el plan de escape.
Para acabar, le preguntamos en modo turista on, cuáles son los rincones que no se nos pueden escapar si nos dejamos caer por ahí algún día. Sus recomendaciones:
– Recorrer la ruta de Hoi Van Pass en moto o tren
– Recorrer Hoi an en bici
– Hacer un cruise por Halong Bay
– Ver el amanecer en los templos de Siem Reap
– Respirar la tranquilidad de Pulau Kapas
– Admirar las aguas turquesas de la Pulau Redang
– Ver el atardecer en cualquier bar de Single Fin Beach (Indonesia)
– Tomar un gintonic en el Helipad de Kuala Lumpur
– Hacer snorkel y buceo en Gilo T
Pues con esto la envidia es infinita. De momento, ella quiere quedarse trabajando una temporada más en Asia. Lo que está viviendo allí no lo va a encontrar en otra ciudad europea y el aprendizaje y la experiencia son mayores y más enriquecedoras. Cada vez son más las personas conscientes del ambiente que ofrece Malasia (fue la octava ciudad más visitada el año pasado), una gran ciudad para trabajar y con zonas paradisíaca donde escapar y descansar de la jornada laboral. Ella sabe que no puede dejar pasar esta oportunidad y de momento, se queda en Asia.
Acantilado Single Fin Beach, Uluwatu
Amanecer mágico en Angkor Wat (Siem Reap, Cambodia)
Templo en Siem Reap (Cambodia)
Chong Kneas Floating Village (Cambodia)
Linh Ung Pagoda (Da Nang, Vietnam)
“Recomiendo a todo el mundo hacer un viaje solo por el sudeste asiático ya que te hace salir un poco de tu zona de confort, lo que te ayuda a conocerte más a ti mismo, ver de lo que eres capaz, crecer como persona y conocer gente allá donde vas”