Me llamo Serena Carella y nací en Napoli (Italia) en 1974. Trabajé varios años como arquitecta hasta que, hace unos años, decidi dedicarme por completo al dibujo y la ilustración. Fue una transición lenta en la que me fui sumergiendo poco a poco hasta que el dibujo se convirtió en un momento indispensable de mis días: me encontré llenando cuadernos, haciendo cursos y experimentando técnicas como si cada paso fuera un descubrimiento maravilloso, y desde entonces no he parado. Por tanto, diría que dibujar es para mí un juego, en el sentido más amplio de la palabra, una forma de relacionarme con el mundo abiertamente, sin el filtro del pensamiento, y de contarlo desde mi punto de vista, dando espacio a un enfoque puramente intuitivo que a menudo consideramos secundario. En este juego, en cambio, la observación de la realidad y las sensaciones que recibimos de ella están al mismo nivel, y dibujar es un poco como traducir este punto de vista a un lenguaje nuevo, nunca unívoco, cuyo alfabeto puedo construir paso a paso.