Into Abeyance, de Xavier Aldazábal
La naturaleza sigue su curso, salvaje, apoderándose poco a poco de lo que la mano del hombre ha creado. Tímidamente, invadiendo los espacios que antes eran útiles y prácticos, que perdieron su razón de ser y que ahora funcionan como improvisados escenarios abandonados.
La tremenda paz que me transmiten sus imágenes contrasta con esa escena que podría ser postapocalíptica, congelada en el tiempo. En algún momento no demasiado lejano aún, pero lo suficiente como para ver que la naturaleza de la que hablamos reconquista espacios que en el pasado fueron exclusivamente suyos. Simplemente, me siento en mi silla de oficina, delante de mi ordenador, con el tema Cornerstone de Benjamín Clementine sonando de fondo y viendo las fotos de Xavier Aldazabal. Y pienso eso de: “¿Qué habrá pasado en cada imagen? ¿Cogieron y se fueron de repente? La naturaleza es eterna, mientras que lo que hacemos nosotros, efímero en el tiempo. Qué pequeños somos”.
El trabajo de Xavier Aldazabal estará, desde el viernes 31 a las 19 horas en una exposición conjunta con Yosigo, Beñat Maiz y Adrian Ruiz Hierro, todos ellos exalumnos de la escuela Ivasfot [C/ General Echagüe, 8-bajo, 20003 San Sebastián]. Vuelven a su “fuente” de sabiduría fotográfica para mostrar sus trabajos sólidos, sus fotos serenas, cada uno con su estilo, pero sin duda, (o eso es lo que me transmiten a mi, con una buena carga de paz visual).